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Hyundai y Kia apuntan al auto eléctrico de bajo costo

Será uno de sus argumentos para penetrar el mercado europeo.

Por: Julián Afonso Luis / @JAL69 (Twitter)

Las marcas de la multinacional surcoreana Hyundai Motor Group (HMG), Kia y Hyundai, trabajan en el desarrollo de autos eléctricos (EV) de bajo costo de producción que, en consecuencia, resulten muy asequibles para el usuario promedio.

La mayoría de los fabricantes de autos desarrollan proyectos de electrificación en función de vehículos muy bien equipados y dirigidos a segmentos altos, con el fin de compensar el alto costo de producción que ahora tiene un EV, pero el conglomerado asiático piensa que esto puede cambiar.

Un primer proyecto de EV low cost de HMG prevé reemplazar el actual sedán subcompacto i10 por un vehículo dimensionalmente semejante y con prestaciones similares, pero que, en vez de tener tren de mando térmico, consuma electricidad.

El futuro EV de bajo costo de Hyundai tendría una contraparte en Kia, que ofrecería una versión del mismo, posiblemente para reemplazar su actual utilitario Picanto.

Según la visión de Hyundai, el único modo de socavar el liderazgo europeo del Grupo VW y el Grupo Stellantis es ofrecer algo que estas dos firmas dejen de lado: los EV de precio bajo.

Llegará, pero no hay fecha definitiva

El Director de Mercadeo y Ventas de Hyundai Europa, Andreas Christopher Hoffman, confirmó que en Corea del Sur se trabaja para crear un miniauto urbano totalmente eléctrico.

Al confirmar la inclusión de EV de bajo precio en el futuro portafolio europeo de Hyundai, Hoffman no confirmó fechas de llegada al mercado, al admitir que “se necesita tiempo”.

Hyundai y Kia también trabajan en proyectos de movilidad compartida con vehículos eléctricos, pero la estrategia comercial en Europa todavía apunta en el futuro cercano al vehículo individual y de propiedad privada.

Al hablar de la idea, los voceros de Hyundai dejan claro que “bajo precio” es un concepto que tiene diferentes alcances al aplicarlos en EV y en vehículos con motores térmicos.

Actualmente, según el país, la industria del motor puede ofrecer miniutilitarios (menos de cuatro metros de largo) o subcompactos (4,2 mts) equipados con motores térmicos o con unidades de potencia híbridas, por menos de US$10.000, al aplicar técnicas de producción low cost.

Sin embargo, al trasladar el esquema “bajo costo” a un EV esto se traducirá en un valor total que difícilmente sea inferior a US$20.000, según admitieron los técnicos de Hyundai.

Low cost, medio para alcanzar un fin

Una forma de bajar el costo de producción de un auto es minimizar el equipo interior, por lo cual los futuros EV de bajo precio de Hyundai y Kia irán en el sentido opuesto al que enfocan el Grupo Volkswagen y el Grupo Stellantis, al proponer sus EV de bajo precio.

La visión tradicional prevé ofrecer un EV subcompacto a un precio en torno a US$30.000, según el mercado, pero con el fin de compensar ese valor y al mismo tiempo añadir atractivos para mercadear el producto, los autos actualmente salen equipados con interior de lujo, acabados de alto nivel y una larga lista de accesorios tecnológicos, de conectividad y similares.

La visión que tienen en Corea de Sur se basa en que la popularidad del EV en Europa no aumenta en la medida esperada por la industria, porque los compradores los consideran muy caros. Una forma de abaratar costos es crear componentes compartidos por diferentes modelos, pero también se puede reducir el equipamiento y alargar el ciclo del producto.

Para compensar la falta de equipo tecnológico en sus futuros EV low cost, Hyundai y Kia aspiran añadir “valor” a través de la funcionalidad, por lo cual los diseños serán versátiles, para permitir, por ejemplo, llevar carga o pasajeros, o que un solo vehículo realice muchas funciones.

Se sabe el tamaño, pero no la forma

Las posiciones declaradas por voceros de Hyundai y Kia apuntan a que el futuro EV low cost del grupo será de tamaño subcompacto, o mini, y reemplazará a los i10 y Picanto, pero en vez de ser un hatchback de cinco puertas, quizá tenga una configuración multiuso o de tipo monovolumen.

Otra parte de la visión de HMG en torno a sus futuros EV de bajo precio es no obligar al comprador a pagar accesorios que no quiere. En consecuencia, los autos atenderán básicamente la función de transporte y no tendrán centros tecnológicos cargados de capacidades de conectividad, ni amenidades diferentes al cometido de transportarse.

Una visión de equipamiento simplista también protegería a Hyundai y Kia de la actual escasez en materia de microchips y procesadores, que son los que permiten a los actuales EV de alta tecnología ofrecer generosas posibilidades de conectividad.

La base de ingeniería se diseñará para permanecer técnicamente vigente muchos años, solo variarían las especificaciones de las baterías según haya proveedores capaces de ofrecer unidades más livianas y capaces.

La estructura básica de carrocería se diseñaría modularmente para recibir paneles externos y vidrios, cuyas formas puedan cambiar radicalmente para mantener los carros estéticamente a la moda y atraer compradores.

Los diseñadores trabajan en propuestas que permitan, con solo cambiar los guardabarros, los parachoques, las luces y los paneles externos de las puertas, dar la impresión de estar frente a un vehículo 100% nuevo que, en realidad, mantendrá inalterado el diseño de las tres cuartas partes de sus piezas durante un ciclo de producción no inferior a diez años.

Un obstáculo entre muchos…

Si bien la tecnología del EV permite ofrecer autos técnicamente actualizados y, con el paso del tiempo, solo instalar baterías de mejores capacidades según estén disponibles, no ocurre lo mismo con las disposiciones legales en materia de seguridad.

El reto, según HMG, es diseñar un carro cuya estructura permanezca igual por muchos años y que, sin embargo, pueda respetar normas de seguridad activa y pasiva cada vez más exigentes y que se renuevan con mayor frecuencia.

Las encuestas señalan que la masificación del EV que busca la industria global del automóvil la frenan factores como los largos tiempos de recarga, la poca fortaleza de las redes de recarga, el alto precio de los autos, la enorme depreciación de estos vehículos, la profunda huella de carbono que deja fabricarlos (así como a sus baterías) y el elevado costo de reemplazar los acumuladores.

Ahora la industria global intenta ofrecer un alto equipo tecnológico y “de moda” que convenza a los compradores de optar por un EV a pesar de sus innegables desventajas. En el Grupo Hyundai aparentemente encontraron otro camino de incentivar la migración.

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