Mercedes-Benz dejaría de fabricar autos pequeños

Al dejar de ofrecer sus productos de la Clase A y Clase B se acabaría una tradición que se prolongó por más de 25 años.
Por: Julián Afonso Luis / @JAL69 (Twitter)
La multinacional automotriz alemana Daimler Benz AG anunció una decisión de su directiva, que anticipa el posible cese de producción de los modelos de tamaño subcompacto que actualmente fabrica y distribuye masivamente bajo la marca Mercedes-Benz.
La decisión afectaría en concreto a los modelos Clase A y Clase B, cuyo actual ciclo de producto culminará en 2025, sin que su fabricante prepare actualmente una nueva generación técnica u otro tipo de relevo para ellos.
Según señalan varios medios especializados, la decisión estaría impulsada por el deseo de mejorar la rentabilidad de la gama actual de Mercedes-Benz.
Una primera alternativa apuntaría a que Mercedes-Benz simplificaría su actual gama de vehículos compactos, al reducir la cantidad de versiones de dotación y variantes mecánicas, para eliminar las de menos demanda. Existiría una segunda propuesta para que ambas líneas desaparecerán totalmente.
Recientes declaraciones del actual CEO de DaimlerBenz, Ola Kallenius, permiten concluir que la marca reducirá su actual oferta de autos subcompactos, de siete modelos a solo cuatro, como parte de su nueva estrategia comercial.
¿Es un adiós o un hasta pronto?
La desaparición de las gamas Clase A y Clase B no significaría que Mercedes-Benz deje de fabricar y vender autos subcompactos (en torno a 4,3 metros de largo).
Si las especulaciones de ciertos medios alemanes se confirman totalmente, a partir de 2025 se dejarán de fabricar los actuales Clase A y Clase B. Entre tanto, lo que hoy conocemos como los Mercedes Benz GLA y GLB se convertirán en los EQA y EQB, ambos con tren de mando eléctrico.
También aparecerán versiones renovadas de los Mercedes-Benz CLA Coupé, con carrocería cupé de dos puertas y CLA Shooting Brake, con carrocería de tipo station wagon.
La actual línea de vehículos familiares de Clase A y de vehículos multipropósito (MPV) de Clase B abren espacio a trenes de mando más ecológicos. Algunos motores son proporcionados por el Grupo Renault, pero los A 250e y B 250e usan una unidad de potencia híbrida, que puede operar en modalidad 100% eléctrica, con una autonomía de unos 60 kilómetros.
En busca de más rentabilidad
Una de las razones que llevaría a Mercedes-Benz a prescindir de su gama Clase A y Clase B es el escaso margen de rentabilidad neto que dichos modelos ofrecen en su actual formato.
La estrategia comercial futura de la marca prevé reducir la producción de modelos cuya rentabilidad depende más de la cantidad de unidades vendidas que de su margen comercial, con el fin de protegerse mejor contra la escasez de elementos como microconductores, chips y similares.
Dentro de la estrategia “de rentabilidad” de Mercedes-Benz se trabaja para, a partir de 2023, aumentar el nivel de dotación de los actuales Clase A y Clase B, prescindiendo de las versiones menos equipadas y de precio menor, a la vez que se aplica un rediseño visual. Sin embargo, las previsiones de la empresa no piensan que sea una medida del todo efectiva.
Según ciertos estudios de mercado, aumentar el margen comercial de vehículos de tamaño compacto, como los Clase A y Clase B, a base de incrementar su dotación de accesorios y mejorar su presentación, generará un precio mucho más elevado, al cambio del cual los compradores del segmento Premium exigirán más tamaño exterior e interior.
Para alinearse con lo que señalan los estudios de mercado, pareciera que la mejor estrategia para Mercedes-Benz es concentrar su oferta en el segmento de tamaño subcompacto (menos de 4,4 metros de largo) en productos “nicho”, como los convertibles de la serie SLK, la línea CLA o los ya mencionados EQA y EQB, en los que el tren de mando eléctrico aportaría un “toque tecnológico” que justificaría un precio superior ante los ojos del comprador Premium.
El carro pequeño
El Mercedes-Benz Clase A debutó en el mercado europeo en 1997 en forma de un monovolumen (MPV) de tamaño subcompacto y en su momento permitió que la empresa alemana ampliara notablemente su actividad industrial en Europa y en plazas industriales emergentes, como Brasil, para abastecer a Latinoamérica.
Para su tercera generación, en 2012, el Clase A se convirtió en un sedán hatchback y aumentó sus cotas exteriores, acercándose al concepto de auto de tamaño compacto. El modelo siguió la misma tónica al aparecer la actual generación (la cuarta) en 2018, pero añadió un sedán de tipo formal.
El Clase B apareció en 2005 como la versión monovolumen (MPV) del Clase A de tercera generación, con lo que aumentó ligeramente su tamaño, pero sin llegar a abandonar las cotas de un auto subcompacto. La segunda entrega, derivada del Clase A de cuarta generación, debutó en 2019.
Desde su debut comercial, el Mercedes Clase A se concibió como un producto destinado a venderse en altos volúmenes y representó el primer intento de la empresa alemana de participar en segmentos de precio inferiores a los tradicionales, no necesariamente Premium.
De concretarse las especulaciones y anticipaciones en torno a la desaparición de los Clase A y Clase B, el Mercedes-Benz de menor tamaño y orientación masiva que se fabrique será el Clase C, de dimensiones compactas. Los autos de tamaño subcompacto quedarán como modelos “nicho”, para segmentos Premium de bajo volumen, pero alto margen.