Toyota Yaris se viste de gran formato

El fabricante japonés ofrece muchas ventajas en su sedán subcompacto.
Por: Julián Afonso Luis / @JAL69 (Twitter)
Automotores Toyota Colombia (ATC) ofrece, en el escalón más básico de su oferta, la versión más reciente del subcompacto Yaris para quienes buscan las cualidades de un buen sedán contemporáneo, de óptimo desempeño, máxima habitabilidad y comprobada calidad.
A nivel mundial, Toyota usó por vez primera la denominación Yaris a finales del pasado siglo para identificar la nueva generación de su propuesta de tamaño subcompacto, en reemplazo de la anterior, denominada Starlet.
Desde que el Starlet se convirtió en Yaris y este comenzó a desarrollarse con el devenir de los años, muchas cosas cambiaron en el mundo y, por ende, en los automóviles, pero el sedán de Toyota sigue manteniéndose fiel a la premisa de ofrecer mucho a cambio de poco, maximizando un formato exterior pequeño.
Subcompacto, pero no minúsculo
Recordemos que fue a principios de 2020 que el producto Yaris volvió al mercado colombiano, entonces en la versión S, la más deportiva, y en configuración de tipo hatchback. Con el paso de los meses se sumó la versión Sport con transmisión manual y luego llegó la propuesta más asequible de la familia (XS). La última escala en esa “invasión” Yaris le correspondió al sedán, que, en esencia, se distingue por su mayor oferta de espacio y comodidad a bordo.
Metro en mano, encontramos que el sedán mide 4,42 metros de largo, con lo que se ubica justo en el límite de lo que hoy día separa a un auto subcompacto de uno compacto. Esto, de cara al consumidor, se traduce en una oferta superior de espacio que siempre es de agradecer.
El resto de las medidas del Yaris Sedán revela un ancho de 1,73 metros y una altura de 1,49 metros, que explican la aparente contradicción que hay entre un carro que luce pequeño por fuera, pero que es mucho más amplio adentro de lo que aparenta.
Obviamente, al contemplarse desde el inicio de la fase de diseño que esta generación Yaris tendría modelos hatchback y notchback (sedán) estos últimos salen beneficiados, puesto que el tercer volumen (el dedicado al baúl) se añadió tras haberse resuelto los problemas de diseño alusivos a la ubicación de las suspensiones, los pasos de rueda y el tanque de gasolina. El resultado es un baúl homogéneo, con pocas extrusiones y con una generosa capacidad de 445 kilos.
Muchos caballos en pocos litros
A lo largo de casi un cuarto de siglo de evolución, el Yaris guarda desde su concepción una sorprendente cantidad de elementos tradicionales. Esto puede percibirse en el motor de especificación 2RN-FE, que corresponde a la misma unidad de 1,5 litros que anima a sus hermanos hatchback e impulsa las ruedas frontales.
El complemento en este caso es una ajustada transmisión de tipo CVT, que brinda la sensación de un cambio manual de siete relaciones. El motor puede desarrollar 106 hp a 6.000 giros y genera 140Nm de torque a 4.200 rpm. Son cifras que delatan un carácter “revolucionado” y explican en parte por qué el Yaris es la base usada exitosamente por Toyota en el Campeonato Mundial de Rally (WRC).
Otras características que delatan el alto concepto técnico de este motor son la distribución con doble árbol de levas, las cuatro válvulas por cilindro con sistema de ajuste variable, la inyección de combustible y demás atributos que tradicionalmente se asocian a autos deportivos o de mayor precio, y no a un pequeño sedán familiar como este.
Además de ser un motor que entrega su máximo rendimiento a muy alto régimen, también es de alta compresión, pero a pesar de esto, no exige gasolina de alto octanaje.
Otro detalle muy importante es que la generación de motores que le corresponde al Yaris, a pesar de su alto rendimiento funcional, se concibió para el uso cotidiano; eso significa que apropia valores como facilidad (y agrado) de uso, durabilidad, economía de operación y otros detalles que tanto se valoran un carro de tipo familiar.
Ventajas detrás de cada puerta
El tercer cuerpo añade al Yaris un nivel de formalidad que seguramente agradecerán los compradores y termina de definir una carrocería de formas muy contemporáneas, aerodinámicamente eficiente y con buenos números de resistencia a flexiones y torsiones.
Lo que sí cambió con el paso de los años en el Yaris es el ajuste final del chasis, comenzando porque ahora los rines son de 15” (en medida 185/60) y en ambas versiones (XL y XS) son de aluminio. Una llanta de mayor tamaño añade notables ventajas, que se perciben al volante y también en la menor cantidad de esfuerzo que debe soportar el tren de mando.
El esquema dinámico obedece al principio McPherson frontal e incorpora un eje torsional trasero. En ambos casos hay resortes elípticos y amortiguadores telescópicos que ofrecen un buen compromiso entre desempeño, estabilidad y comodidad.
Para completar el arreglo de chasis, vale la pena mencionar la presencia de barras estabilizadoras, tanto delante como atrás.
Por su parte, los frenos recurren al tradicional esquema de disco frontal y tambor trasero, que resulta muy eficiente para un vehículo con este tipo de planteamiento. En todo caso, hay sistema ABS, distribución de frenada (EBD) y asistencia (BA) asistidos electrónicamente.
El peso en orden de marcha es de apenas 1.085 kilos, lo que garantiza una relación peso/potencia de poco más de 10 kilos por cada caballo, que explica el buen desempeño en autopista de este sedán.
Con abecedario tecnológico incluido
Al llegar a este punto se podría pensar que Toyota destinó la mayor parte del presupuesto de desarrollo del Yaris al factor dinámico, pero en realidad la dotación de tecnología y accesorios de este sedán resulta muy notable para su tamaño, precio, segmento y orientación de mercado.
La definición de producto de ATC prevé comercializar dos versiones, cuyas diferencias se manifiestan por sutiles detalles de equipamiento, como la presencia de vidrios eléctricos de tipo expreso en las cuatro puertas, las manijas de puerta cromadas o el apoyabrazos trasero con portavasos de la versión XS.
Ambas versiones tienen una pantalla de información de tipo LCD, compatibilidad con Android Auto y Apple CarPlay y un panel de instrumentos de tipo analógico, muy vistoso. También hay una consola entre ambos asientos frontales (que tienen múltiples configuraciones), una tapicería textil muy agradable al tacto y muchos detalles visuales, funcionales y de vanidad que se agradecen en un sedán familiar.
Muchos detalles de equipamiento, diseño e ingeniería le permitieron al Yaris enriquecer sus propuestas de fondo y de forma con el paso de los años. Por ello, en la actualidad, la familia cumple admirablemente bien la promesa de ofrecer un producto de tipo popular y perfectamente adaptado a las exigencias de un comprador contemporáneo.
Todos los Yaris vienen importados de Brasil y es posible elegir entre siete colores de carrocería, todos con un matiz sobrio y elegante que aumenta la sensación de manejar un pequeño sedán de lujo en vez de un subcompacto, cuyo precio parte desde $59.200.000.