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Xiaomi, cada vez más cerca de incursionar en el mercado automotor

En China se especula con la posible compra de los activos de la empresa sueca SAAB.

Por: Julián Afonso Luis/@JAL69 (Twitter)

Xiaomi Corporation, gigante chino de la telefonía celular, trabaja en ampliar sus áreas de influencia comercial más allá de su orientación exclusivamente tecnológica y por eso avanza en sus planes de convertirse en fabricante de autos EV y de baterías para estos, como lo anunció su presidente hace algunos meses.

En China se especula que Xiaomi podría adquirir los activos de la empresa sueca SAAB Automobile AB y aportar el capital y la tecnología suficientes para que esta retome la producción luego de varios años de inactividad.

SAAB AB (los creadores de SAAB Automobile) es una empresa sueca independiente, dedicada a la aviónica y reconocida fabricante de aviones caza de alto desempeño. En la posguerra decidió ampliar sus intereses y comenzó a producir autos, para lo que estableció SAAB Automobile AB y logró gran prestigio por su nivel técnico y buena calidad de manufactura.

En su evolución, SAAB AB no pudo sortear la crisis económica que afectó a la industria automotriz europea a finales del siglo pasado, por lo que vendió la división automotriz a GM.

Tras adquirir SAAB Automobile en 1989, GM intentó manejarla a través de Opel, su subsidiaria europea, pero los problemas que tuvo esta última empresa también afectaron los planes de producción de SAAB, luego de armar un portafolio con base en el rebadging de ciertos productos Chevrolet y Opel.

Finalmente, GM renunció a SAAB en 2009 y desde entonces la empresa cambió varias veces de dueños. El primero fue Spyker, fabricante holandés de autos deportivos, quien la cedió pronto a Koenigsegg. Esta última firma incluso recibió créditos del gobierno para mantener la producción, pero acabó por ceder la empresa a otro comprador.

Empresa improductiva, pero no inactiva

En 2009, cuando GM vendió SAAB, su volumen de producción era de unos 90.000 vehículos anuales y su nómina directa era de 3.400 empleados, distribuidos en dos fábricas operativas en Trolhattan, Suecia.

El actual propietario de SAAB Automobile es la empresa china National Modern Energy Holding, que la adquirió en 2012 a través de una sociedad con la firma japonesa Sun Investment.

El resultado de la sociedad entre chinos y japoneses hizo que SAAB Automobile adoptara una nueva razón social, National Electric Vehicle Sweden AG (NEVS), que intentó mantener la producción y conservar la nómina, que entonces tenía menos de mil empleados.

En los planes de NEVS se preveía mantener en producción los modelos desarrollados sobre bases de ingeniería suministradas por GM, para comercializarlos con la marca SAAB; sin embargo, los estadounidenses no negociaron nuevas licencias de cesión de tecnología y los dueños originales de SAAB (SAAB AB) tampoco permitieron el uso del nombre, del logo y de la marca.

La producción de SAAB Automobile en sus dos plantas de Suecia se suspendió en 2014, tras fabricarse unas 14.000 unidades. Desde entonces, NEVS se concentra en desarrollar un portafolio propio de productos con tren de mando eléctrico y afrontar las sucesivas demandas legales, comerciales y laborales derivadas del cese de producción.

El nombre queda en segundo plano

En principio, el interés de Xiaomi se limitaría a la infraestructura fabril y a los desarrollos de producto y tecnología en los que avanzó NEVS en los últimos años.  No se confirma, en caso de cerrarse una negociación y retomarse la producción de automóviles, que la empresa china desee usar su propio nombre o intente renegociar el uso de la marca SAAB.

Entre los desarrollos hechos por NEVS que se conocen hay un city car denominado Sango, con una versión de tipo autónomo llamada Sango Pons. Ambos son 100% eléctricos y exploran el concepto de movilidad sostenible.

Recientemente NEVS fue adquirida por otra empresa china, Evergrande Group, que muestra su interés por el sector automóvil, pero en los últimos tiempos valora la venta integral de los activos de SAAB a Xiaomi, o a un consorcio de empresas chinas liderado por el gigante tecnológico.

La venta de SAAB Automobile sería vista por Evergrande Group como un modo de recuperar el dinero que dispuso NEVS para enfrentar los litigios legales que involucran a la empresa automotriz desde 2014, que, según algunas fuentes, rondan los 100 millones de dólares. También sería un modo de recuperar la inversión hecha en el desarrollo de tecnología, a través de la cesión de licencias.

Uno de los planes iniciales de NEVS incluye expandir la producción de vehículos SAAB a China, pero este proyecto murió al no poderse reactivar el proceso industrial en Suecia. No se confirma si la posible compra de SAAB por parte de Xiaomi retomaría este plan.

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