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Maserati MC-20, deportivo con mucho pedigrí

La marca italiana espera ansiosamente un gran éxito comercial.

Por: Julián Afonso Luis /@JAL69 (Twitter)

Diversos voceros de Maserati (marca perteneciente al Grupo Stellantis) son conscientes de las altas expectativas que tiene la marca con su modelo más reciente, el deportivo biplaza MC-20, que cumple un año en el mercado europeo.

Una de las mayores preocupaciones de Maserati es lograr que el MC-20 se aprecie y valore como un modelo “100% de la casa” y que sus propietarios no perciban hasta qué punto su realización depende de las sinergias existentes en Stellantis y el padrinazgo de Ferrari.

En general, los buenos reportes de los especialistas señalan que Maserati logró el cometido de crear un deportivo de alto nivel, que puede cumplir con la promesa de generar altas prestaciones sin dejar de ser vivible en el uso diario.

Contexto comercial peculiar

El MC-20 representa (junto con el SUV Levante) el intento de Maserati por renovar su gama y hacerla contemporánea. Los otros modelos de la casa, los sedanes Quattroporte y Ghibli, el cupé Gran Turismo y el convertible Gran Cabrio usan una base de ingeniería común, que ya tiene tres lustros y cuyo ciclo comercial vive sus últimos días.

Una de las premisas de Maserati es aumentar significativamente sus cifras de producción. Desde que el Gran Turismo y su derivado sedán (el Quattroporte) debutaron (el cupé en 2007 y el sedán un lustro después) se han producido más de 60.000 unidades.

Los números de producción de los Gran Turismo/Quattroporte pueden considerarse altos, sobre todo si se analiza su alto precio, pero están lejos de las expectativas de una marca que alguna vez contempló fabricar 70.000 vehículos anuales.

En consecuencia, a la hora de renovar su portafolio Maserati tuvo que solicitar ayuda a otras filiales del Grupo Stellantis y a la propia Ferrari (propiedad de la fracción italiana de Stellantis) para reducir costos y tiempos de desarrollo.

El ahorro en costos que Maserati obtuvo al concebir su MC-20 con elementos “de estantería” permite mantener un proceso industrial independiente de otras marcas del Grupo Stellantis, con sus dos fábricas en Italia, la original y otra adquirida con apoyo de Fiat Auto a Carrozzeria Bertone en 2009.

Deportivo “de estantería”

En todo caso, Maserati deja claro que el MC-20 no es el resultado de una operación de “rebranding” sobre el Ferrari 488, aunque no es menos cierto decir que la base de ingeniería la proporcionó el biplaza “de bolsillo” Alfa Romeo 4C, que se fabricó entre 2013 y 2019.

Sobre la base del 4C y con apoyo de Dallara Automobili, Maserati aplicó numerosas diferencias y elementos exclusivos que dan al MC-20 personalidad propia. Sus dimensiones exteriores e interiores son claramente mayores que las del Alfa e incluso es algo más largo que el Ferrari 488. También tiene puertas en élitro.

Maserati se muestra muy orgullosa del motor. Es una unidad V6 que recupera la herencia del famoso Merak de los años 70 e insiste en un fraccionamiento que la propia marca masificó con los biturbo y sus derivados en los años 80 y 90, antes de ser adquirida por Fiat Auto.

El V6 Nettuno de Maserati tiene doble turbo, desplaza casi tres litros exactos, posee doce bujías, usa cuatro ejes de levas, recurre a inyección directa y entrega 620 caballos de potencia y 730 Nm de torque.

El Nettuno es el resultado de quitar dos cilindros al V8 de 90º de Ferrari (que lo fabrica en Maranello), pero tiene numerosos elementos específicos, como bielas, pistones, cigüeñal, culatas y demás que le quitan todo parentesco. Alfa Romeo produce una versión mucho más civilizada, que instala en los Giulia y Stelvio.

El estilo es cortesía del Director del Centre Stile de Fiat Auto, es decir, de Klaus Busse, quien buscó hacer analogía con el hipercar MC-12 que Maserati produjo por un breve lapso hace un cuarto de siglo.

Peso ligero para pies pesados

Maserati se anotó un importante punto en términos de peso, pues los 1.470 kilos del MC-20 en orden de marcha lo hacen más ligero que otros deportivos de este segmento, como el Audi R8, el Lamborghini Huracan o el Porsche 911.

También Maserati parece haber hecho un esfuerzo importante en términos de calidad, pues el nivel de ensamble del MC-20 es tan notable como su ingeniería de materiales.

Igualmente, el fabricante deja patente su maestría en la manufactura, logrando un buen compromiso entre compatibilidad urbana y alto rendimiento. Se trata de un deportivo de altas prestaciones, capaz de rodar a 325 km/h y acelerar hasta 100 km/h en menos de 3”, pero también ofrece bajos consumos y suficiente facilidad de manejo en ciudad.

Maserati ya tiene lista la versión “aperta” del MC-20, que debe llegar este mismo año. Más adelante debe aparecer el MC-20 con tren de mando 100% eléctrico.  Este tardará un poco más, pero será, cuando aparezca, el primer Maserati 100% eléctrico.

A un precio en torno a US$ 250.000, según el país, el MC-20 parece destinado a manejar números de producción tan bajos como los de sus rivales, pero si los márgenes de utilidad son los correctos y las cifras de entregas coinciden con las de producción, el futuro de la marca podría considerarse seguro a corto plazo.

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