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Buscarán superar las mil millas por hora en tierra

Desde Australia preparan un intento con un enorme auto-cohete.

Por: Julián Afonso Luis / @JAL69 (Twitter)

Hay revuelo entre los entusiastas que aman la “hipervelocidad”, porque un grupo australiano de especialistas en ingeniería automotriz se prepara para intentar batir el récord de velocidad en tierra con un auto-cohete en enero de 2022.

El proyecto está liderado por el expiloto de carreras local Rosco McGlashan, quien ostenta el récord absoluto de velocidad sobre tierra en su país, al rodar a 802,6 km/h pilotando un prototipo especial, cerca de la localidad de Adelaide, en 1994.   McGlashan también es piloto de carreras de larga duración y ha participado en varios campeonatos locales de automovilismo.

McGlashan, de 71 años, está preparando este intento absoluto en Perth, a través un proyecto bautizado como Aussie Invader o “El Invasor austral”.

En realidad, el objetivo primario no es establecer un récord de velocidad en tierra o superar la velocidad del sonido (lo que significa rodar a más de Mach 1; es decir, a más de 1.200 km/h); en realidad, la verdadera ambición de McGlashan es cruzar la barrera de las 1.000 mph; es decir, rodar a más de 1.600 km/h. Ello, obviamente, dejaría el récord muy, pero muy arriba.

“Tabaco” grande, pero ligero

El prototipo que prepara el equipo de McGlashan se denomina 5R. Se trata esencialmente de un auto de diseño tubular que mide casi 16 metros de largo y que tiene en su interior un motor/cohete.

Además del motor/cohete, las ruedas y el estrecho habitáculo, el mayor componente del 5R es un tanque de combustible líquido compuesto por celdas y con más de tres toneladas de capacidad.

El 5R tiene cuatro ruedas de aluminio sólido, de 35” de diámetro, con un peso de 140 kilos por unidad. Su motor/cohete podrá ejercer 62.000 libras de empuje y consumirá el 85% del combustible cargado a bordo cuando alcance su velocidad máxima.

El resto del auto se completa con un sistema de frenos de baja velocidad (similares a los de un auto normal), otro de frenos hidráulicos de alta velocidad y un sistema de paracaídas.

Las prestaciones anunciadas por el equipo de Aussie Invader son impresionantes.   El auto, según las simulaciones por computador, superará los 100 km/h en apenas un segundo y requerirá únicamente medio minuto para alcanzar los 1.600 km/h.  Para entonces habrá recorrido cinco kilómetros.

En realidad, la verdadera preocupación del equipo no es lograr que el 5R alcance tan alta velocidad, sino detenerlo. Los cálculos establecen que, luego de alcanzar la velocidad tope, el auto necesitará el triple de distancia de la requerida para llegar a 1.600 km/h.

Será necesario recorrer entre 13 y 15 kilómetros para detener al 5R por completo, activando un proceso de desaceleración por etapas, para evitar así los riesgos de incendio por exceso de fricción.

Sueño por la velocidad

“Estamos seguros de romper el récord y acelerar hasta las mil millas. Creemos que el 5R es el vehículo mejor diseñado para intentarlo. Hemos desarrollado cosas nunca antes hechas en Australia y contamos con la colaboración de las mentes más brillantes del mundo en ingeniería, aerodinámica y desarrollo de cohetes”, señala Mike Read, vocero del proyecto Aussie Invader

Al hablar del financiamiento del proyecto, Read explica que cuentan con algunos patrocinios locales, pero la mayoría de los fondos se han recogido de manera voluntaria, lo que incluye el pago de los diseñadores, ingenieros y técnicos de mayor nivel.

El actual récord de velocidad fue establecido por Andy Green, al volante del Thurst SSC en octubre de 1997, al rodar a 1.228 km/h. Fue el primer automóvil capaz de romper la barrera del sonido.

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