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Por: Andrés Espinosa & Selenita

AMD ha estado muy activa durante los últimos años en su empeño por dinamizar las tecnologías informáticas, gráficas y de visualización de alto rendimiento, lo que implica que le ha puesto el ojo al negocio del gaming, las plataformas inmersivas y los centros de datos.

AMD Athlon

Precisamente, el fabricante aprovecha las bondades de su eficiente arquitectura Zen, cuya segunda generación se vale de la avanzada plataforma de socket AM4, para presentar una completa gama de soluciones profesionales para necesidades que abarcan desde la creación de contenido premium, hasta la multitarea avanzada y la productividad corporativa. Aquí nos referimos a los tres modelos de segunda generación del procesador de escritorio Ryzen PRO: Ryzen 7 PRO 2700X, Ryzen 7 PRO 2700 y Ryzen 5 PRO 2600.

Pero AMD no solo quiere conquistar en la parte alta del mercado comercial y empresarial, sino que también aspira seducir al más numeroso segmento de usuarios “normales” y, en particular, a los gamers, por lo que también introdujo una familia reinventada de procesadores de escritorio AMD Athlon, con gráficos Radeon Vega, que se han optimizado para los usuarios cotidianos de PC; en este caso, nos referimos a los procesadores AMD Athlon: Athlon 200GE, Athlon 220GE y Athlon 240GE.

En este análisis probamos el AMD Athlon 200GE, que pese a ser el más básico de los presentados, comparte con sus hermanos un versátil diseño System-on-Chip (SOC) y aprovecha el alto rendimiento de núcleo Zen x86 y el concepto Radeon Vega Graphics, con lo que permite cubrir las necesidades básicas cotidianas: navegación web, cargas moderadas de trabajo y una experiencia satisfactoria en juegos de PC de rango básico-medio.

League of legends_1.jpg

El más económico de los modelos AMD Athlon de última generación (aprox. US$ 55 y disponible a través de minoristas globales e integradores de sistemas) cuenta con dos núcleos, cuatro hilos, tres unidades de cómputo gráfico, caché de 5MB y tiene una frecuencia de procesamiento de 3,2GHz; consideremos que en este último apartado se diferencia de sus hermanos de línea, recién presentados al mercado local: Athlon 220GE (3,4GHz) y Athlon 240GE (3,5GHz).

En nuestro caso, el equipo empleado disponía de una RAM de 4 gigas, que resulta justa para las necesidades básicas que aspira satisfacer este equipo, pero que lo limita si se quieren corren juegos de mayores exigencias. Considerando esto, decidimos iniciar la prueba con League of Legends, un juego que no es muy exigente en cuestión de gráfico y de cómputo. Se advierte que las imágenes alternan entre 30 y 60 frame por segundo (FPS), lo que resulta adecuado para tener una buena experiencia en este tipo de juego; en todo caso, si se intenta subir un poco la intensidad de los gráficos no hay cambios en las texturas y partículas.

Overwatch_1

Un detalle particular fue que después de jugar una partida de League of Legends nos salió una pantalla azul de video TDR failure que no conocíamos, al buscar la falla en Google, lo primero que nos salió fue: “si estás usando un procesador AMD…” Esto es triste, en la medida que se relacione una pantalla azul de falla con el procesador.

El otro juego que probamos fue Overwatch, otro multijugador competitivo en línea, que resulta algo más exigente en materia de gráficos; en este caso, el rango de FPS alterna entre 30 y 50, sin embargo, aquí sí desearíamos tener más FPS, pues la calidad de los gráficos demanda mayor nivel, aunque la experiencia resulta suficiente para un gamer novato.

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Como no solo de juegos vive el gamer, también probamos la unidad con Google Crome, una aplicación que consume bastante RAM; en este caso, el procesador maneja bien los procesos y nos parece que aquí se evidencia más la promesa del fabricante, al decir que el Athlon 200GE ofrece hasta 169% más de computación receptiva que la generación anterior (AMD A6-9500E).